Maldito el día en el que te acepté,
Maldito el día en el que te empecé a querer,
Maldito...
Ha llegado el día,
no puedo,
no puedo dejarte ir,
no puedo.
Maldito el día en el que te empecé a querer...
tú sólo quieres correr,
marcharte y perderme al fin,
en cambio yo,
me muero,
me muero por pasar una vida junto a ti.
Ha llegado el día,
no puedo,
no puedo dejarte ir,
no puedo.
Hazlo rápido,
vete ya,
y por favor,
no digas nada más,
vete sin mirar atrás.
Sherlyn M. H. Jager