Veo tal lejanas esas montañas cuando antes estaban tan cerca. ¿Mi futuro se escapa? ¿Mis sueños se alejan? ¿Qué estoy haciendo mal?La soledad del lugar aumenta con el sonido del mar, La angustia me amortiza con cada bajo sonido del tic-tac del reloj. Se me acaba el tiempo. No lo conseguiré. El árbol se marchita, la vejez llega.
El sonido del mar ya no me tranquiliza, ya no produce paz en mi mente. Ahora, miles de ideas, miles de problemas invaden mi mente. ¿Qué ha pasado? ¿Cuándo ha cambiado todo? ¿Qué ha cambiado en mí?
Ahora una pregunta. ¿Cuántas veces os habéis sentido así?
En ocasiones nos sentimos como en esa fotografia, desprotegidos que lo que tanto estamos esperando no acaba de llegar, pero con algo de paciencia y sobre todo confianza llegará el momento justo y precisamente ese es el que no podemos dejar escapar.
ResponderEliminarCuanta razón Margarita, cuanta razón.
ResponderEliminarDesde luego no hay que dejar escapar ese momento.
Pero hay veces que estamos tan sumidos en los problemas que no vemos que ha llegado el momento de seguir nuestro camino y cumplir esos sueños.
Un saludo.
Alguien dijo "puedes parar el lugar, pero no el tiempo". Este texto me recuerda mucho a la segunda película de "el lado oscuro del corazón".
ResponderEliminarCierto, bastante cierto.
ResponderEliminarNo la he visto, o al menos eso creo.
Y eso que he visto pequeños trozos de... creo que de la primera película donde sale el magnífico Mario Benedetti recitando sus poemas.
Tendré que verla para ver a que te refieres.